DRAGÓNIDAS
Dragónidas
era un dragón que se escapó de un cuento justo en el momento en que un apuesto caballero
se disponía a clavarle su lanza en el pompis. Pero Dragónidas no era, ni mucho
menos, la famosa bestia de San Jorge, sino un animalito curioso y soñador que
vivía en la imaginación de una niña y
que, mira tú por donde, se coló en esa historia mientras la niña la escuchaba
de boca de su papá, antes de acostarse.
Dragónidas,
como digo, consiguió escapar del valiente, aunque algo bruto, San Jorge, y fue
a parar de nuevo a la cabecita de Paula, que así se llamaba la niña. Su vida,
sin embargo, siguió siendo muy emocionante, porque como Paula era amante de los
cuentos, su imaginación estaba poblada por montones de personajes fantásticos, unos
buenos como el pan con aceite y otros malos como la leche agria. Y ahí sigue
nuestro dragoncito, unas veces correteando con traviesos duendes, y otras (por
suerte, las menos), huyendo despavorido de perversas brujas que pretenden
convertirlo en un soso, aburrido y polvoriento dragón de peluche.
Texto: Mar Pavón
Ilustración: Nívola Uyá
(Con motivo del 10º cumpleaños de