Llevo mucho tiempo sin publicar nada. Es verdad. A principios de 2020, como le sucedió a tanta gente, mi mundo se tornó del revés. En mi caso, y por fortuna, yo, que soy extremadamente racional pese a mi romanticismo y mi ingenuidad, no perdí en ningún momento el exagerado (a veces, exasperante, lo sé) sentido común que me caracteriza. Por eso, y con no menos cautela, supe desde el principio que todo, absolutamente TODO, fue puesto del revés ante nuestros ojos deliberadamente. Era de esperar, dadas las décadas y décadas y más décadas de adoctrinamiento de las masas por parte del sistema en favor de la entrega incondicional al peor de los amos: las nuevas tecnologías. Estas que hoy en día, y rebautizadas popularmente como "inteligencia artificial", captan, evidencian, denuncian, penalizan e incluso eliminan literalmente al más honesto de los mortales simplemente por discrepar del discurso políticamente correcto que se pregona hasta la extenuación desde los mal llamados medios de comunicación, que, dicho sea de paso, más que comunicar se dedican a lanzar por igual miedo y odio a indiscreción.
Así las cosas, y para preservar mi salud física, mental y espiritual, me distancié de este nuevo enfoque de ver la vida que nos han pretendido inculcar y aun inyectar en vena, nunca mejor dicho. Y mientras las masas, descompuestas y horrorizadas, vagaban como pollo sin cabeza hacia ninguna parte, servidora se dedicó a hacer lo mejor que sabe: crear su propia realidad a espaldas del absurdo que impera y, eso sí, siempre recordando su propia, genuina e irrepetible identidad. O sea, siendo YO MISMA más y mejor que nunca.
De esa autenticidad renovada ha nacido la nueva Mar, que sigue siendo tan soñadora de historias como la anterior, si bien ahora se centra mucho más en su crecimiento interior, que es la obra mayor a realizar en esta senda por la que transitamos todos y justo en este preciso momento en el que nos hallamos. Preciso y precioso momento a pesar de todo, ya que he comprobado con verdadera satisfacción que cuando uno no se da por aludido ante la estupidez y el desvarío ajenos, estos pasan por su lado sin siquiera despeinarle el flequillo.
Llevo mucho tiempo sin publicar nada, sí. Pero en realidad, tengo la certeza de que estoy escribiendo las páginas más suculentas de mi trayectoria vital. Porque ahora soy plenamente consciente de mí. Por eso, mi mejor versión hasta el día de hoy es la que firma estas letras llenas de sinceridad pero también de paz, alegría, ilusión, ternura, generosidad... Llenas de AMOR. Y, como no podía ser de otro modo, continuo evolucionando, porque el camino sigue y así lo requiere. ¿Un nuevo libro? Quizá algún día... Pero básicamente sería para confirmaros que TODO ESTÁ BIEN y no solo en mí, sino también en vosotros, en la Humanidad entera.
Se dice en el lenguaje holístico, y con toda la razón, que hay que creer para crear. Y la creación se forja en ese bendito tesoro que todos tenemos: la imaginación. No en vano, la salida siempre siempre es hacia adentro, el único rumbo que la mente conoce cuando, por fin, EL ALMA RECUERDA😉
Hola, Mar. Después de tanto tiempo, decirte que suscribiría cada una de tus palabras, sobre esta sociedad y el mundo que nos ha tocado vivir, y sobre el crecimiento hacia dentro, que desde luego es la única salida.
ResponderEliminarMe ha alegrado mucho volver a saber de ti, y me gustaría poder contactar contigo para hacerte una propuesta. Te escribí un correo pero me lo han devuelto. Puedes escribirme, o llamarme al 606015160 y te cuento. Un abrazo
Buenos días, Mar.
ResponderEliminarGracias por esta reflexión que comparto. Quisiera aplicar la búsqueda de la salida hacia adentro...pero no siempre lo consigo. Soy obsesiva y mi razón choca con lo que la entraña me pide frontalmente provocándome un estado de ansiedad que me desestabiliza. Te confieso que te busco porque creo que ambas pasamos por unas circunstancias semejantes en un momento. Tú siendo muy prolífica en tu creación de historias y yo, escasamente...Paso a contarte.
La Editorial Pintar-pintar me publicó un libro que fue seleccionado por la SEP (México) en 2021. Desde entonces no tengo más que problemas con los editores y ,agotada ya la edición ( que no los ejemplares???) los problemas de comunicación con la Editorial se agrandan.
Tengo la impresión de que pasaste por algo semejante. Me gustaría poder contactar contigo.
Si no tienes inconveniente aquí te dejo mi dirección de correo: victoria3753@gmail.com
Gracias por leer.
Y por trasladarnos, con tus palabras, ese punto de sabiduría al que no resulta fácil llegar.
Mar, hace años comencé un blog fruto de la necesidad de comentar en otro. ..Tenía que hacerlo como blogger y me inventé como tal bajo el nombre de "Karen Dinesen". En el 2008 escribía esto sobre CREER Y CREAR.
ResponderEliminarLo copio y pego:
jueves, 25 de diciembre de 2008
SOBRE CREAR Y CREER...
La reflexión que intento se la adeudo a otra . Leía recientemente un breve artículo al respecto de lo que el título recoge. ¿Es necesario creer para crear...? ¿Nace la creación de la fe que el creador tenga en la posibilidad de crear...?
En cualquier ámbito de la vida, y no sólo en el que a las artes afecta, es necesario creer firmemente en la capacidad para poder llevar a cabo la creación. Condición indispensable que anima el ánimo. Mas ¿es suficiente , me pregunto?...
En la búsqueda de respuesta necesito clasificar, separar ámbitos para poder continuar el análisis. Cuando me situo en el plano de la realidad en la que estoy inmersa y echo un vistazo alrededor, orientando la mirada en cualquier dirección que me indique la rosa de los vientos, el abatimiento es inevitable. No se hace necesario entrar al detalle. Por cotidiano no es menos deprimente el panorama que la vista alcanza. Y lo que es aún peor. No vislumbro viso alguno de soluciones a medio plazo: Los conflictos étnicos , eternos. Los bélicos, unos derivados de la causa anterior, otros a demanda, según intereses del poder con mayúscula: el económico. Siempre es el mismo aunque actúe bajo diferente máscara. Los efectos son acentuados por la inconsciencia en unos casos y la impotencia en otros, que caracteriza a parte del resto que no somos poder. Sólo y nada menos que colaboracionistas por activa o por pasiva. Unos por estar a su servicio y otros bajo su bota . ¿Hace falta crear para resolver?, ¿no estará todo dicho e inventado?...En este escenario me siento totalmente inútil. La imaginación no me da. Pero estaría dispuesta a contribuir en la construcción de un proyecto restaurador si lo hubiera: sumando ánimo, restando desesperanza, multiplicando esfuerzos y ,cómo no, dividiendo. Que también es necesario hacer partes iguales en lo que a recursos se refiere. Ya veríamos cómo distribuírlas...Pero es evidente que en este terreno yo no me siento capaz de crear aunque creyese en las posibilidades de que otros lo hicieran. En síntesis : creería pero no crearía. Construiría lo creado por otros.
Sin embargo, cuando me sitúo en el plano de lo irreal caben todas las posibilidades. En esta cancha los límites desaparecen . Ya estoy en la nube y el escepticismo quedó abajo. Es entonces cuando la creación es posible. La falta de fe es el impulso para ascender a la nube. Por lo que, en mi caso, deduzco que para crear tengo que NO CREER. ..
Karen Dinesen